Después de un largo verano en el que las altas temperaturas han sido las protagonistas indiscutibles de cada jornada, no hay nada más placentero que sentir el frescor de respiro, que va dejando el otoño a nuestro paso, desde el inicio del día hasta que van cayendo esas tardes que cada vez parecen más cortas. Si hay algo que me encanta, cuando empieza a sentirse el tiempo fresquito durante esta época del año, es una noche de sábado con peli y mantita, en buena compañía, y, por supuesto, disfrutando de un bol de crujientes y deliciosas, palomitas de maíz caseras, con su punto correcto de sal. Hoy vamos a prepararlas con poco aceite, sin microondas y en olla, como solíamos hacer de peques acompañados de nuestras madres y abuelas.