Hoy vamos a preparar unas deliciosas patatas cerilla de forma casera. En el vídeo anterior, cuando hicimos el revuelto de jamón cocido, algunos de vosotros me preguntasteis dónde encontrar este tipo de patatas y me he dado cuenta, de que no en todos los supermercados las venden. Así pues, qué mejor forma que hacerlas en casita que, además de ser algo más saludables, son más baratitas y nada complicadas. Quedan con una textura súper crujiente, no tienen nada que envidiar a las que venden en bolsas y son perfectas para hacer revueltos, comerlas solas, como snack, o con huevos fritos.
He optado por utilizar 3 patatas rojas, más bien pequeñas; quería elaborar la cantidad necesaria para hacer un revuelto de jamón para dos personas. Os va a salir bastante cantidad; os recomiendo freírlas en distintas veces, en mi caso fueron dos tandas, ya que he empleado una sartén wok que es bastante profunda, pero estrecha en la base. Un truco para evitar que se peguen cuando las estamos friendo, es eliminar el exceso de almidón introduciéndolas en agua fría, antes de cocinarlas, durante unos minutos (unos 15 aproximadamente). Me he decantado por utilizar aceite de girasol para freírlas; la de oliva no suele gustarme demasiado para hacer este tipo de frituras. Cuando terminéis con la primera tanda, os aconsejo depositarlas en un plato sobre el que ubicaremos un poco de papel de cocina; así, evitaremos que nuestras patatas queden excesivamente grasientas.
Espero que os gusten mucho; como siempre, os dejo el proceso por escrito, por si os quedase alguna duda. Os mando un besote gigante y deseo que estéis pasando una maravillosa semana. Muchas gracias por vuestro siempre apoyo.
Revuelto de jamón cocido con patatas cerilla caseras. |
He optado por utilizar 3 patatas rojas, más bien pequeñas; quería elaborar la cantidad necesaria para hacer un revuelto de jamón para dos personas. Os va a salir bastante cantidad; os recomiendo freírlas en distintas veces, en mi caso fueron dos tandas, ya que he empleado una sartén wok que es bastante profunda, pero estrecha en la base. Un truco para evitar que se peguen cuando las estamos friendo, es eliminar el exceso de almidón introduciéndolas en agua fría, antes de cocinarlas, durante unos minutos (unos 15 aproximadamente). Me he decantado por utilizar aceite de girasol para freírlas; la de oliva no suele gustarme demasiado para hacer este tipo de frituras. Cuando terminéis con la primera tanda, os aconsejo depositarlas en un plato sobre el que ubicaremos un poco de papel de cocina; así, evitaremos que nuestras patatas queden excesivamente grasientas.
Espero que os gusten mucho; como siempre, os dejo el proceso por escrito, por si os quedase alguna duda. Os mando un besote gigante y deseo que estéis pasando una maravillosa semana. Muchas gracias por vuestro siempre apoyo.
- 2 patatas medianas o 3 pequeñas
- 1 vaso de aceite de girasol
- Sal al gusto
Preparación
- Pelar las patatas y cortarlas en rodajas de más o menos medio centímetro.
- Partir cada rodaja en tiras finas.
- Lavarlas ligeramente bajo el chorro del grifo y depositarlas en un bol, que llenaremos con agua hasta cubrirlas.
- Dejarlas en remojo unos 15 minutos para eliminar el exceso de almidón.
- Pasado el tiempo, colaremos las patatas, las escurriremos y reservaremos.
- Echar el aceite en una sartén a fuego fuerte.
- Una vez caliente, bajar la lumbre a la mitad y agregar la mitad de las patatas.
- Dejar cocinar unos 15 minutos a fuego medio y sin remover.
- Pasado el tiempo, subir el fuego al máximo, cocinándolas 4 o 5 minutos más o hasta que doren, removiendo de vez en cuando.
- Retiraremos y serviremos en un plato con papel de cocina para reducir el exceso de aceite.
- Salar al gusto.
- Repetir el proceso con el resto de las patatas.
Ya tendríamos listas nuestras patatas paja caseras. Mirad cómo queda el revuelto, la verdad es que está mucho más rico que con las patatas compradas. Os lo aconsejo sin duda.
🤗 ¡A disfrutar! 🤗
Revuelto de jamón cocido con patatas cerilla caseras. |
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