Como parece que este año, el calor se resiste a abandonarnos, esta semana os propongo unas deliciosas y fresquitas bebidas, muy apreciadas en la gastronomía peruana y nada difíciles de preparar. Se trata de las archiconocidas cremoladas; una estupenda alternativa, perfecta en estos días de bochorno y para las que no necesitaremos utilizar máquinas especiales.
Para elaborar nuestras cremoladas y conseguir esa textura de hielo picado tan apetecible, será necesario emplear una especie de polvo blanco amarillento, derivado de la celulosa, muy conocido en la industria alimentaria, llamado CMC (Carboxi Metil Celulosa o Tylose en el mercado anglosajón). El CMC se utiliza como espesante, para agregar textura y cuerpo a las preparaciones, a modo de estabilizante en sopas, a fin de evitar la aparición de cristales de hielo en helados, como pegamento alimentario, para aportar cremosidad en productos lácteos, retrasar la aparición de moho en masas y pasteles, e igualmente, para guardar la humedad de distintos productos alimenticios. La dosis recomendada suele oscilar entre 1,5-2,5 gramos por cada kilo o litro. Normalmente, se vende en tiendas donde ofrecen insumos para repostería o también, a través de Internet, por ejemplo, en Amazon. Cuando añadimos este ingrediente a los líquidos, es preciso mezclarlo previamente, con azúcar (blanco o moreno), después, adicionaremos el conjunto, en forma de lluvia, al líquido que vayamos a utilizar (en este caso zumo de melón) e iremos batiendo, con batidora eléctrica, hasta que todo quede bien integrado. El resultado será una mezcla cremosa y sin grumos. Nunca debemos añadir el CMC directamente en el zumo, debido a que si lo hacemos, se formarán pegotes y el aspecto resultante será grumoso y bastante desagradable.
Con respecto al tipo de fruta, podéis elegir aquella que más os guste, salvo la chirimoya, ya que tiende a oxidarse durante el proceso de congelación. De igual forma, en Perú, es muy típico encontrar cremoladas en las que se combinan frutas con lácteos o incluso también, a las tres leches o de chocolate. En mi caso, y para aprovechar la temporada, me he decantado por el melón de piel de sapo, puesto que además de que me encanta, me parece muy refrescante e ideal para ser consumido en la época estival. Con las cantidades que os sugiero, he rellenado 3 vasos. No obstante, ello depende mucho del tamaño del recipiente en el que vayáis a servir vuestras cremoladas. He refrigerado mis bebidas en el congelador un total de 7 horas. Antes de servirlas individualmente, tenéis que remover bien con una cuchara o tenedor, para conseguir esa textura granizada tan característica. Si queréis, también, podéis congelar el recipiente en el que hayáis hecho la preparación y sacarlo al día siguiente; un par de horas antes del momento en el que vayáis a degustar vuestro refresco.
Antes de despedirme, me gustaría dar las gracias a mi amiga Giuliana, del canal "Compartiendo recetas". Os aconsejo que la visitéis, hace unas recetas maravillosas: tartas, cremoladas, masas para panes tradicionales de la cultura peruana, postres helados... Todas ellas riquísimas y excelentes para disfrutar a cualquier hora del día e incluso, para ser comercializadas. Este post nunca hubiera sido posible sin su ayuda. Espero que os guste mucho esta granizada. Como siempre, os dejo el proceso por escrito, por si os quedase alguna dudilla. Os mando un besote gigante y deseo que estéis pasando una maravillosa semana. Muchas gracias por vuestro siempre apoyo.
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País: Perú Plato: bebida
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Ingredientes
- ¼ de cucharadita de CMC (Carboxi Metil Celulosa)
- 4 tajadas de melón de piel de sapo (800 ml de zumo)
- 2 cucharadas de azúcar moreno
Preparación
- Mezclar el azúcar con el CMC en un cuenco y reservar.
- Partir el melón en tajadas, retirar las semillas y la cáscara y cortar cada tajada en trocitos.
- Depositar la mitad del melón en un recipiente y triturarlo con ayuda de una batidora.
- Agregar el resto de melón y seguir batiendo (en mi caso han salido unos 800 mililitros de zumo).
- A continuación, incorporaremos la mezcla de azúcar y CMC en forma de lluvia y seguiremos batiendo.
- Cubrir el recipiente con film transparente y llevarlo al congelador unas 4 horas.
- Pasado el tiempo, sacaremos la cremolada, removeremos un poco con ayuda de una cuchara y volveremos a meterla en el congelador 3 horas más.
- Al pasar las 3 horas, mover de nuevo la cremolada con una cuchara y servir.
🤗 ¡A disfrutar! 🤗
Muy rica bebida.
ResponderEliminarMuchas gracias. Un saludote para ti.
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