¡Cómo se nota que ya estamos en pleno veranito! Y no solamente por las altas temperaturas que tenemos que soportar casi a diario, sino porque en la sección de frutas y verduras de nuestros mercados, se exhiben, con alegría y colorido, las frutas y hortalizas estivales en sus distintas formas y tamaños. El otro día, cuando estaba haciendo la compra de la semana, pude apreciar grandes cantidades de melocotones, nectarinas, albaricoques, sandías, melones y cerezas. Me detuve frente a estas últimas y rápidamente, supe que quería experimentar con ellas en la cocina y elaborar un postre fresquito, rico y adecuado a esta época del año.
Además, como está haciendo tal bochorno últimamente, parece que únicamente apetezca comer helados y refrigerios que ayuden a aliviar tanto sofoco. Por tales razones, esta semana os traigo unos vasos helados, elaborados a base de queso crema y coronados con una exquisita cobertura de cereza casera. Tengo que confesaros que estas sobremesas son la mar de improvisadas; la idea se me pasó por la cabeza mientras hacía la compra el otro día, cuando vi las cerezas jeje. De igual manera, es una de las frutas que más me gusta comer en esta época del año y al estar en plena temporada, no me lo pensé dos veces. Estoy segura de que os van a encantar, son un auténtico vicio.
Los serviremos en vasitos o copas individuales, que parece que se ven más apetecibles, y vamos a rellenarlos con una cremita de queso que se prepara en un abrir y cerrar de ojos. Para espesarla, he añadido hojas de gelatina neutra; cada una tiene un peso de 1,66 gramos, en total he agregado 4 hojas a la mezcla. Si no encontráis hojas de gelatina neutra en vuestros países, podéis utilizar gelatina en polvo o grenetina. Os dejo las equivalencias: 1 hoja de gelatina = 1,5 gramos de gelatina en polvo = 2 gramos de grenetina. Cuando incorporéis la nata o crema de leche, a la preparación, es muy importante que ésta se encuentre a temperatura ambiente. De lo contrario, si estuviera demasiado fría, podría cortar la crema de queso, debido al contraste frío-calor, y el resultado no servirá para elaborar nuestros ricos vasitos helados. En el vídeo, os muestro también cómo deshueso las cerezas, que necesitaremos para hacer la cobertura, de una manera muy sencilla. Mi costumbre es emplear un cuchillo, no tengo la máquina especial para deshuesar, así que, como suelo hacer con casi todo, recurro a la vieja usanza y a los trucos de abuela que tanto aprecio y nunca me fallan. Como viene siendo habitual, he endulzado nuestros deliciosos postres con azúcar moreno. Hace unos días, una seguidora me preguntaba por Twitter, sobre el porqué del uso recurrente de azúcar moreno en cakes, muffins y demás recetas dulces. Mi respuesta fue clara, creo que ya os lo he mencionado anteriormente, pero, por si acaso, os refresco la memoria. Me gusta utilizar azúcar moreno porque es más saludable que el blanco. Según lo que he leído e investigado por la Red, el azúcar blanco es sometido a diferentes procesos químicos, a lo largo de su producción, que lo convierten en un producto, que si se consume a menudo, puede resultar bastante nocivo para nuestra salud. Sin embargo, hay que tener cuidado dado que muchas veces lo que nos venden como "azúcar moreno", no es más que azúcar blanco que ha sido coloreado con extracto de melaza. Antes de comprarlo, lo ideal sería poder comprobar que se trata de auténtico azúcar integral de caña, sin procesar. Para ello, en el paquete debería estar escrito, justamente eso, "azúcar integral de caña". En cambio, si vemos que dice "azúcar moreno", ya sabemos que estamos ante azúcar blanco que ha sido teñido con melaza. Otro truco, para saber que ha sido coloreado, sería echar un poquito de azúcar moreno en una cucharilla y agregar unas gotinas de agua, si vemos que el azúcar se destiñe al cabo de unos segundos, quedando el agua con un tono marroncito, nos están engañando. Como suele pasar con todo, siempre intentan darnos gato por liebre, de todas formas, el azúcar, tanto blanco como moreno, es un producto que no suelo consumir a diario, no obstante, de vez en cuando, para hacer postres y mientras no abusemos, está permitido.
Como veis, estamos ante una delicia muy facilita de preparar, con ingredientes muy accesibles, ideal para refrescarnos en esta época del año y perfecta para aprovechar la temporada de cerezas. Algunos de los postres los he decorado con un poco de nata montada y virutillas de chocolate con leche. Estoy segura de que cuando los probéis, os van a encantar. Advierto que son adictivos; es probar una cucharada y ya no podréis parar jeje.
Antes de despedirme, quería comentaros que con las cantidades que os sugiero en la lista de ingredientes, he llenado 5 vasitos. Ello también depende del tamaño del recipiente que estéis utilizando, así que supongo que aproximadamente, pueden saliros en torno a 4-5 raciones. Espero que os guste mucho el vídeo con el paso a paso y os animéis a preparar este rico y fresquito postre. Os dejo también, como siempre, el proceso escrito por si tuvierais alguna duda. No olvidéis que podéis imprimir ésta y todas las recetas que se publican en el blog, pinchando en el botón "imprimir receta". Muchas gracias por vuestro siempre apoyo y por todos los comentarios positivos que me dejáis a través de Youtube.
Un besazo gigante,
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Tiempo: 20 minutos + 2 horas Cantidad: 4-5
Plato: postre
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Ingredientes
- 200 gramos de queso crema
- 250 ml de nata al 35 % de materia grasa (a temperatura ambiente)
- 5 cucharadas de azúcar moreno
- 1 vaso de leche (250 ml, a temperatura ambiente)
- 4 hojas de gelatina neutra (6,67 gramos)
Cobertura de cereza
- 200 gramos de cerezas
- 3 cucharadas de azúcar moreno
Preparación
- Verteremos un poco de agua fría en un plato (he puesto también hielo porque hacía demasiado calor) y sumergiremos las hojas de gelatina para hidratarlas.
- En una cazuela, fuera de fuego, mezclaremos el queso crema junto con el azúcar hasta que ambos ingredientes queden bien integrados.
- Incorporaremos la leche y la nata. Llevaremos la cazuela a la lumbre, cocinando la mezcla a fuego medio, hasta que empiece a salir vapor y removiendo de vez en cuando.
- Una vez conseguido, retiraremos la cazuela del fuego y reservaremos.
- Cuando tengamos nuestra gelatina bien hidratada, vamos a escurrirla y a incorporarla a nuestra crema de queso.
- Removeremos bien hasta que la gelatina se integre completamente.
- Serviremos en vasos o copas individuales (en mi caso he rellenado 5).
- Dejaremos enfriar, primero, a temperatura ambiente y después 1 hora en el congelador.
Mientras tanto, vamos a elaborar la cobertura de cereza 🍒🍒
- Lavaremos bien las cerezas y retiraremos los rabillos.
- Para sacar el hueso, rodearemos cada cereza, desde el hueco del rabillo, por el centro y con un cuchillo.
- Una vez rodeada, separaremos las dos mitades resultantes, apretando aquella en la que ha quedado el hueso. Ya veréis que sale solo y sin demasiado esfuerzo.
- Echaremos nuestras cerezas deshuesadas junto con el azúcar en una cazo a fuego medio-bajo.
- Cocinaremos sin dejar de remover y hasta llegar a ebullición.
- Una vez conseguido, dejaremos la cobertura en el fuego 5 minutos más.
- Retiraremos y dejaremos templar 5 minutos.
- Trituraremos nuestra cobertura con ayuda de una batidora, para evitar restos de pieles.
- Sacaremos los vasitos de queso del congelador, extenderemos nuestra salsa de cerezas sobre la crema de queso, estoy usando una cuchara, y congelaremos 1 hora más.
- Algunos de los postres los he decorado con nata montada y virutas de chocolate.
A disfrutar 🤤🤤
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