Este fin de semana, y como el invierno ya se va notando, quería preparar una receta más acorde, con la temporada, y típica de nuestro país vecino, Francia. Después de que mi cabeza diera algunas vueltas, me decanté por un plato característico de los Alpes, concretamente, del departamento de Saboya; un lugar en el que sus habitantes están bastante familiarizados con las temperaturas más gélidas de los meses invernales. Os estoy hablando de la famosísima tartiflette.
Se trata de un delicioso gratinado de patatas, bañado en una salsa elaborada a base de cebolla, bacon y crema fresca, o nata, cuyo ingrediente más representativo es el Reblochon: un queso francés, obtenido a partir de la leche del segundo ordeño de las vacas, suave, cremoso, de pasta blanca, color marfil y que debe su nombre al término saboyardo re-blocher. Este producto comenzó a fabricarse cuando los granjeros del macizo de Aravis, en Val de Thônes y Val d'Arly, tenían que pagar un impuesto sobre la leche que producían sus vacas. Para evadir el tributo, optaron por ordeñarlas dos veces, la segunda se llevaba a cabo cuando el administrador ya había pasado. Este queso se produce en Saboya y Alta Saboya, cuenta con Denominación de Origen Protegida desde 1958 (Appellation d'Origine Protégée). Encontrarlo en mercados y supermercados, en España, puede llegar a convertirse en una tarea algo complicada. Recuerdo que lo vi en Carrefour no hace mucho tiempo. En la sección de charcutería, suelen tener una especie de vitrina refrigerada con diferentes clases de quesos internacionales: franceses, italianos, suizos, holandeses y portugueses. Entre los franceses, destacaba el Reblochón de la marca Reflets de France. Si os cuesta trabajo haceros con él, os aconsejo el queso Saint Paulin, lo tenéis en Lidl, no es muy caro y, al fundirse con facilidad, es ideal para cocinar esta clase de gratinado. La tartiflette es un plato que fue inventado por el Sindicato Interprofesional del Reblochon en la década de los ochenta, con la idea de incrementar la demanda del queso en la región. Hoy día, es considerado uno de los platos más típicos de la Saboya. Espero que os guste mucho esta idea, su preparación es sencillita y la verdad es que el resultado sorprende; siempre que lo preparamos en casa, el éxito está más que garantizado. Os dejo con el vídeo de la receta y con el proceso escrito, por si quedase alguna duda.
Feliz semana, nos vemos muy prontito,
Se trata de un delicioso gratinado de patatas, bañado en una salsa elaborada a base de cebolla, bacon y crema fresca, o nata, cuyo ingrediente más representativo es el Reblochon: un queso francés, obtenido a partir de la leche del segundo ordeño de las vacas, suave, cremoso, de pasta blanca, color marfil y que debe su nombre al término saboyardo re-blocher. Este producto comenzó a fabricarse cuando los granjeros del macizo de Aravis, en Val de Thônes y Val d'Arly, tenían que pagar un impuesto sobre la leche que producían sus vacas. Para evadir el tributo, optaron por ordeñarlas dos veces, la segunda se llevaba a cabo cuando el administrador ya había pasado. Este queso se produce en Saboya y Alta Saboya, cuenta con Denominación de Origen Protegida desde 1958 (Appellation d'Origine Protégée). Encontrarlo en mercados y supermercados, en España, puede llegar a convertirse en una tarea algo complicada. Recuerdo que lo vi en Carrefour no hace mucho tiempo. En la sección de charcutería, suelen tener una especie de vitrina refrigerada con diferentes clases de quesos internacionales: franceses, italianos, suizos, holandeses y portugueses. Entre los franceses, destacaba el Reblochón de la marca Reflets de France. Si os cuesta trabajo haceros con él, os aconsejo el queso Saint Paulin, lo tenéis en Lidl, no es muy caro y, al fundirse con facilidad, es ideal para cocinar esta clase de gratinado. La tartiflette es un plato que fue inventado por el Sindicato Interprofesional del Reblochon en la década de los ochenta, con la idea de incrementar la demanda del queso en la región. Hoy día, es considerado uno de los platos más típicos de la Saboya. Espero que os guste mucho esta idea, su preparación es sencillita y la verdad es que el resultado sorprende; siempre que lo preparamos en casa, el éxito está más que garantizado. Os dejo con el vídeo de la receta y con el proceso escrito, por si quedase alguna duda.
Feliz semana, nos vemos muy prontito,
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Tiempo: 60 minutos Comensales: 4-5
País: Francia Plato: primero
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Ingredientes
- 5 patatas medianas
- 1 cebolla
- 100 gramos de bacon ahumado
- 400 ml de nata para cocinar
- 30 gramos de mantequilla
- 200 gramos de queso Saint-Paulin o reblochon
- 1/2 vaso de vino blanco
- 2 cucharaditas de sal para cocer las patatas
- Sal y pimienta negra molida al gusto
- Pelar y cortar las patatas en rodajas.
- Lavarlas varias veces, para quitar el exceso de almidón, y escurrirlas.
- Colocarlas en una cazuela, a la que habremos añadido 1 litro de agua, que pondremos a fuego medio.
- Una vez llegue a ebullición, agregar la sal y dejar cocer 8 minutos.
- Pasado el tiempo, colar y reservar.
- Cortar la cebolla.
- Fundir la mantequilla en una sartén a fuego medio.
- Cuando esté fundida, incorporar la cebolla y dejar cocinar 5 minutos.
- Añadir sal al gusto y remover.
- Agregar los cuadraditos de bacon ahumado y cocinar 5 minutos más.
- Verter el vino blanco y esperar a que el alcohol evapore.
- Retirar del fuego y reservar.
- Engrasar con mantequilla el fondo de un molde que sea resistente al calor del horno.
- Colocar una base de patatas.
- Sobre ésta, echaremos la mitad de la mezcla de bacon y cebolla.
- Verter la mitad de la nata.
- Una nueva capa de patatas cocidas.
- El resto del refrito de bacon y cebolla.
- Y sobre ello, la otra mitad de la nata.
- Salpimentar al gusto.
- Colocar el queso reblochón por encima.
- Con el horno precalentado a 220 ºC, hornear la tartiflette durante 15 minutos.
- Terminar con grill por 5 minutos más.
- Sacar del horno, servir y a disfrutar.
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