Salsa dip de garbanzos y albahaca | Hummus fácil y saludable

Hoy prepararemos un riquísimo hummus, o salsa dip de garbanzos, pero un poquito diferente porque vamos a aromatizarlo con hojas frescas de albahaca. Queda delicioso, con un toque muy fresquito, gracias a la albahaca, y una textura muy, muy apetecible.

Por aquí sigue haciendo demasiado calor y solamente apetece comer platos rápidos, sencillos y que nos ayuden a paliar los efectos de las altas temperaturas, que todavía se sienten. Por este motivo, y siguiendo el mismo estilo de recetas que ya iniciamos en entradas anteriores con la muhammara de Siria o la ensalada Belén de Armenia, he optado por otra delicia exótica que requiere muy poquita elaboración y resulta perfecta para introducir en nuestras comidas, alimentos beneficiosos para la salud y libres de crueldad, porque no vamos a utilizar ningún ingrediente de origen animal, con lo que es ideal para tod@s l@s que seguís dietas veganas y vegetarianas.

Para hacer esta rica cremita, cuyo protagonista principal es el garbanzo cocido (en árabe, hummus significa garbanzo), y tan apreciada en la gastronomía de Oriente Medio, particularmente en Líbano y Siria, necesitaremos pocos ingredientes y fáciles de encontrar, como ya viene siendo habitual en las recetas que solemos preparar en el canal y en el blog jeje.

El hummus es un plato muy nutritivo que lo tiene casi todo: es rico, sano, se hace en un periquete y el resultado, con esa textura que nos recuerda de inmediato a un paté suave, cremoso y sabroso, es excelente para disfrutar de una merienda rápida, completa y apetitosa. En esta ocasión, he querido modificar un poco la receta original, para hacerlo más colorido y llamativo, y se me ha ocurrido cambiar algunos de los ingredientes y sustituirlos por otros igualmente deliciosos. Por ejemplo, añadiendo hojas frescas de albahaca y fusionando de esta manera, la famosa salsa pesto italiana con el hummus libanés. Además, he agregado las semillas de sésamo directamente, triturándolas junto a los demás ingredientes, en lugar de la pasta tahini, tan característica de esta deliciosa comida, puesto que suele ser difícil encontrarla en los supermercados. No obstante, también sería posible elaborarla en casa, os dejo por aquí abajo, cómo suelo prepararla.

Tahini en casa

Trituramos, en el vaso de la batidora y hasta conseguir una especie de pasta, 4 cucharadas de semillas de sésamo tostadas, 2 cucharadas de aceite de oliva de sabor suave, 4 cucharadas de agua y 2 pizcas de sal.
Si veis que las semillas se quedan adheridas a las paredes del vaso, las retiramos con una cuchara y seguimos triturando. Si queda alguna semilla de sésamo sin triturar, no pasa nada.
Como es poquita cantidad y si vamos a consumirla enseguida, podemos conservarla en el mismo vaso de la batidora, cubierto con papel film y en la nevera. Podéis comerla como crema untada en tostadas de pan, dipear con crudités o incorporarla a vuestras salsas dip preferidas.

En vez de adicionar las semillas de sésamo directamente a la salsa dip de garbanzos y albahaca, tal y como os comentaba más arriba, agregaríamos una cucharadita de la pasta tahini casera.

La verdad es que el experimento, incorporando las hojas frescas de albahaca, ha sido toda una sorpresa: ha quedado buenísimo y es estupendo para servirlo como aperitivo a la hora del picoteo, sobre unas ricas rebanadas de pan en la merienda o como salsa dip con piquitos, con crudités de zanahoria, apio o pepino o con pan de pita, tostado y partido en triángulos, como os explico en el post que publiqué hace dos semanas y que os dejo por aquí. A mí, personalmente, me chifla dipear con bastones de zanahoria; es un snack saludable, nutritivo, que podemos degustar y disfrutar cuando tenemos antojos y sin sentir remordimientos.

Espero que os encante esta receta y os animéis a cocinarla. Os dejo, como siempre, el proceso por escrito por si tuvierais alguna duda. Si hacéis alguna de las delicias del blog, podéis enviarme vuestras fotos a mi correo: belenru16@hotmail.com. Los resultados de vuestras creaciones, aparecerán en próximos vídeos. No olvidéis que podéis imprimir ésta y todas las recetas que se publican en el blog, pinchando en el botón "imprimir receta". Muchas gracias por vuestro siempre apoyo y por todos los comentarios amables que me dejáis a través de Youtube.

Un abrazote gigante,

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Tiempo: 20 minutos Raciones: 2-3

País: fusión Líbano-Italia Plato: aperitivo-acompañamiento

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Ingredientes

1 bote de 400 gramos de garbanzos; cocidos, limpios y escurridos
20 gramos de hojas de albahaca; limpias
2 dientes de ajo: pelados y limpios
Zumo de ½ lima
4 cucharadas de aceite de oliva; sabor suave
1 cucharadita de semillas de sésamo; tostadas
Sal al gusto; le voy a poner ½ cucharadita
¼ de cucharadita de pimienta negra molida
2 cucharadas de agua

Decoración y presentación

Bastones de zanahoria
Rebanadas de pan
Aceitunas negras
Hojas de albahaca
Chorrito de aceite de oliva

Preparación

En un bol, echaremos los garbanzos bien escurridos, las hojas de albahaca, los dientes de ajo, las semillas de sésamo, la pimienta negra molida y la sal.
Pincharemos la 1/2 lima con un tenedor, para poder sacar el jugo y verterlo junto al resto de ingredientes.
Incorporaremos el aceite de oliva y trituraremos todo con ayuda de una batidora.
Nos ha quedado una textura algo sólida, así que le vamos a añadir 2 cucharadas de agua; si os gusta más líquido, podéis agregar más cantidad de agua. También podemos adicionar el agua con el resto de ingredientes.
Seguiremos batiendo hasta que todo quede bien integrado.
Una vez conseguido, probaremos por si hiciera falta algo más de sal: en este caso, no voy a añadir nada porque ha quedado perfecto.
Ahora, cubriremos con una tapadera y nos llevaremos la salsa a la nevera, para que se concentren bien todos los sabores. La voy a tener 1 hora.
Pasado el tiempo, serviremos.
Para disfrutarlo al máximo, vamos a acompañarlo con bastones de zanahoria, algunas rebanadas de pan y unas aceitunas negras, sin olvidarnos del chorrito de aceite de oliva para que quede más jugoso.