He tardado bastante tiempo en publicar mi primera receta de helado y todo tiene una explicación. Llevaba intentando hacer helado en casa, varios años y nunca me quedaba con la textura deseada, es decir, cremosito. Investigando por Internet, leyendo diversos artículos, pude comprobar que el truco para conseguir un rico helado y cremoso, se basaba en agregar a la preparación, por un lado, una buena cantidad de azúcar y, por el otro, bastante grasa. Me puse manos a la obra en diferentes ocasiones; elaboraba la mezcla, la pasaba a un recipiente con tapa, lo llevaba al congelador y sacaba el helado cada hora, para removerlo y evitar que cristalizase. Finalmente, lo dejaba toda la noche en el congelador y al día siguiente, era un polo, pero no el helado suave y mantecoso que estaba buscando. Así que, esta es la sencilla razón por la que no me atrevía a mostraros ninguna receta de esta estival delicia. Este año, mientras echaba un vistazo por Facebook, vi que mi amiga Patri, del blog "Variedad en tu cocina", publicaba un helado de limón, increíblemente delicioso y con una apariencia muy cremosita. Y he aquí la clave, y mi fuente de inspiración, para que volviera a dar una nueva oportunidad a este postre tan apreciado en veranito, cuando el calor aprieta y lo único que nos apetece es tomar cosas fresquitas. Por cierto, os recomiendo muchísimo el blog de Patri y su canal de cocina, hace unas recetas estupendas y es la reina de los helados; todos los que prepara son exquisitos.
De modo que finalmente, me lancé a escribir mi propia receta y decidí que iba a hacerlo de chocolate. Y esta vez, sí que fue la vencida; quedó riquísimo, tal y como esperaba, y todo gracias al ingrediente secreto: la leche condensada jeje. Eso sí, debo practicar un poco, a la hora de sacar bolas de helado, puesto que no se me da muy bien. Pienso que se debe a la cuchara que estoy usando, no obstante, si tenéis algún truquito para esta delicada labor, os invito a que me lo dejéis en comentarios, voy a estar encantada de leerlos. Este helado está buenísimo. A mí se me derritió muy rápido porque debía grabar las tomas y hacer las fotos para el vídeo y el blog. Ese día, hacía demasiado calor, y a pesar de que lo serví en copas, que tenía frías del congelador, y sobre un bol lleno de cubitos de hielo, empezó a fundirse rápidamente jeje.
Espero que os guste mucho la idea y os animéis a hacerla. Os dejo, como siempre, el proceso por escrito por si tuvierais alguna duda. Si hacéis alguna de las delicias del blog, podéis enviarme vuestras fotos a mi correo: belenru16@hotmail.com. Los resultados de vuestras creaciones, aparecerán en próximos vídeos. No olvidéis que podéis imprimir ésta y todas las recetas que se publican en el blog, pinchando en el botón "imprimir receta". Muchas gracias por vuestro siempre apoyo y por todos los comentarios amables que me dejáis a través de Youtube.
Un abrazote gigante,
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Tiempo: 10 minutos Cantidad: 450 ml
País: internacional Plato: postre
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- 300 ml de nata o crema para batir, al 35 % de materia grasa (la he pasado a un bol y la he tenido 2 horas en la nevera)
- 50 gramos de chocolate negro, al 50 % de cacao y partido en trozos
- 180 gramos de leche condensada
Decoración
- Barquillos de chocolate, trocitos de chocolate negro
- Primero, colocaremos los trocitos de chocolate en un cazo, que vamos a poner a baño María y a fuego medio.
- Fundiremos el chocolate poco a poco, removiendo con una cuchara, hasta derretirlo del todo. También podríamos poner el chocolate en un vaso y fundirlo en el microondas a intervalos de 15 segundos y moviéndolo de vez en cuando, para que se vaya derritiendo.
- Una vez conseguido, retiraremos del fuego y agregaremos la leche condensada.
- Mezclaremos con una cuchara, hasta conseguir una mezcla homogénea, y reservaremos.
- Sacaremos la nata de la nevera y la montaremos con las varillas eléctricas, hasta que veamos que salen picos que se quedan en su sitio. Voy a inclinar un poquito el bol para que no salpique mucho. Cuidado con batir la nata en exceso, porque se nos puede formar mantequilla.
- Una vez logrado, removeremos la mezcla de chocolate con leche condensada y la incorporaremos al bol, en varias veces y a movimientos envolventes (he utilizado una cuchara).
- Una vez conseguido, pasaremos nuestra mezcla a un recipiente. Yo estoy reciclando uno, que tenía de otro helado, y tiene una capacidad de 1 litro, aunque no lo vamos a llenar completamente.
- Cerraremos bien el recipiente y llevaremos nuestro helado al congelador al menos, 6 horas; yo lo voy a dejar toda la noche. Gracias a la leche condensada, no se nos van a formar cristales de hielo y nos va a quedar un helado muy cremosito.
- Al día siguiente, sacaremos el helado del congelador y, como está bastante duro, para poderlo servir mejor, vamos a llevarlo a la nevera 20 minutos.
- Por otro lado, me voy a llevar al congelador, las copas en las que lo voy a servir, para que de esta forma, nuestro helado guarde la temperatura y no se derrita rápidamente.
- Pasados los 20 minutos, verteremos un poco de agua, a temperatura ambiente, en una taza y vamos a introducir la cuchara que usaremos para sacar el helado. Así, nos resultará más fácil extraerlo y servirlo.
- Sacaremos el helado de la nevera, lo abriremos, escurriremos bien el exceso de agua de la cuchara y sacaremos algunas bolas (humedeciendo la cuchara cada vez que vayamos a sacar helado).
- Para terminar, voy a partir unos trocitos de chocolate negro, para decorarlo. También he puesto algunos barquillos de chocolate. Aunque, como siempre, podemos decorarlo como más nos guste.
DELICIOSO ^.^.
Más postres en vasitos, pinchando en la siguiente foto ^.^.
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