16 septiembre, 2020

Galletas veganas de banana y avena


     Y esta semana, como ya se va notando fresquito y estaba deseando poder comenzar la temporada de horneado, vamos a preparar unas galletas que son perfectas para aprovechar las bananas que tenemos por la cocina y están a punto de estropearse. Son veganas, ideales para tomarlas a la hora del desayuno, a media mañana o en la merienda. Además, son nutritivas, no llevan huevo y tampoco mantequilla. ¿Os apetece ver cómo se hacen? Pues vamos a por ellas.


Como os comentaba en el post anterior, hace algunas semanas y puesto que tenía muchas ganas de probarlo, compré por primera vez, un tarrito de té matcha. En un principio, pensaba tomarlo igual que las tisanas que hago con té verde en hierba. Sin embargo, investigando por Internet, me he dado cuenta de que también es posible emplearlo en repostería, aportando, de este modo, un toquecito diferente a nuestros dulces, galletas, magdalenas o cakes. Así que me ha sido imposible resistir la tentación e inmediatamente me he puesto manos a la obra. Las galletas que os propongo hoy, llevan su poquito de té matcha. Si no lo tenéis, no pasa nada, podéis omitirlo sin problema. Mi idea era darles un colorcito verde, pero como me sienta mal la cafeína, únicamente, he agregado 1/4 de cucharadita a la masa; por ello, es por lo que no se ven tan verdosas. Eso sí, tienen un sabor a banana muy rico. Cuanto más tiempo dejéis madurar vuestras bananas, más dulces van a estar las galletas y con un sabor a plátano más intenso y delicioso. En mi caso, las he tenido a temperatura ambiente, 3 días. Igualmente, en sustitución a la mantequilla, añadiremos aceite de coco en estado líquido. No obstante, acostumbro a guardarlo en la nevera, especialmente, ahora, en veranito. Antes de empezar con la preparación de nuestras galletas, lo he tenido 2 horas fuera de la nevera. Como estamos a una temperatura superior a 24 ºC, el aceite pasa de estado sólido a líquido muy fácilmente. Si estuviéramos en invierno, podríamos fundirlo en el microondas, a intervalos de 10 segundos. 


Me encanta acompañar estas galletitas con un vasito de leche dorada de cúrcuma. Es una bebida que me gusta mucho disfrutar por las noches, ya que ayuda a relajar los pensamientos y a conciliar el sueño. Os dejo un enlace por aquí, para que veáis cómo suelo hacerla. Es muy sencillita, queda buenísima y sienta de maravilla.


Estas galletas son muy fáciles de elaborar y perfectas para disfrutar en las tardes en las que el frío empieza a hacer acto de presencia y apetece encender el horno para inundar nuestros hogares de deliciosos y reconfortantes aromas. Gracias a la mezcla de harina integral de trigo con harina de avena, vamos a conseguir una textura muy blandita y nada de piedras. He estado experimentando con harina de trigo normal y es mucho mejor combinar los dos tipos de harina:  integral y de avena. Y a vosotros, ¿os gustan los dulces veganos? Os dejo, como siempre, el proceso por escrito por si tuvierais alguna duda. Si hacéis alguna de las delicias del blog, podéis enviarme vuestras fotos a mi correo: belenru16@hotmail.com. Los resultados de vuestras creaciones, aparecerán en próximos vídeos. No olvidéis que podéis imprimir ésta y todas las recetas que se publican en el blog, pinchando en el botón "imprimir receta". Muchas gracias por vuestro siempre apoyo y por todos los comentarios amables que me dejáis a través de Youtube.
Un abrazote gigante,






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   Tiempo: 35 minutos     Cantidad: 15

     País: EEUU    Plato: desayuno-merienda
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Para preparar esta receta, estoy usando taza de 250 ml de capacidad y cucharas medidoras.



Ingredientes
  • 1 taza de harina de trigo integral (10 gramos de proteína por cada 100 gramos de harina)
  • 4 cucharadas de harina de avena (8 gramos de proteína por cada 100 gramos de harina)
  • 1/8 de cucharadita de levadura química o polvo para hornear
  • 1/4 de cucharadita de té matcha
  • 2 bananas maduras (342 gramos con cáscara)
  • 2 cucharadas de panela o de azúcar moreno
  • Punta de cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de azúcar blanco
  • 4 cucharadas de aceite de coco (líquido)
  • 20 gramos de chocolate negro (50 % de cacao)

Preparación
  1. En un bol, y con ayuda de un colador, añadiremos la harina de trigo integral, la harina de avena, la levadura química y el té matcha.
  2. Pelaremos nuestras bananas, las partiremos y las chafaremos en un plato, con ayuda de un tenedor, hasta formar una especie de puré de banana.
  3. Incorporaremos la panela, la sal y el azúcar blanco.
  4. Mezclaremos bien con el puré de banana hasta conseguir una pasta uniforme.
  5. Añadiremos el aceite de coco y removeremos. Notaremos que no se va a integrar completamente en el puré de banana azucarado.
  6. A continuación, abriremos un hueco en el centro de la harina y verteremos nuestra pasta de banana con aceite de coco.
  7. Removeremos, tomando harina de los bordes, e iremos integrándolo todo hasta que quede bien mezcladito.
  8. Una vez logrado, cubriremos nuestra masa con un plato y nos la vamos a llevar a la nevera 15 minutos, para que adquiera una mejor consistencia y podamos formar las galletas más fácilmente.
  9. Pasado el tiempo, forraremos la bandeja del horno con una hoja de papel sulfurizado. Precalentaremos el horno a 180 ºC, por arriba y abajo (10 minutos).
  10. Sacaremos nuestra masa de galletas de la nevera.
  11. Para formarlas, nos vamos a ayudar de 2 cucharillas. Tomamos una porción de la masa con 1 de las cucharillas, le damos un poquito de forma con la otra y la depositaremos sobre el papel de horno.
  12. Podemos aplastarlas con las 2 cucharillas para que queden más extendidas. Estas galletas no se van a expandir mucho más en el horno. Con las cantidades que he utilizado, me han salido 15 galletas y han cabido todas en la bandeja.
  13. Para finalizar, partiremos el chocolate en trocitos y los colocaremos sobre las galletas. También podemos usar chispas de chocolate.
  14. Y por fin, hornearemos nuestras galletas a 180 ºC, por arriba y abajo, 10-12 minutos. He puesto la bandeja en el segundo nivel del horno.
  15. Pasados 12 minutos, las sacaremos y las dejaremos reposar 3 minutos más en la misma bandeja.
  16. Por último, las pondremos sobre una rejilla para que terminen de enfriarse.
  17. Una vez frías, podemos conservarlas en una cajita de metal. He forrado el interior con una servilleta, para que no se manche, y la he cerrado bien con su tapa. Me han aguantado hasta 4 días, aunque están tan ricas que no creo que duren tanto jeje.

A disfrutar ^.^.





Más delicias veganas, pinchando en la siguiente foto ^.^.



2 comentarios :

  1. Pues qué buena pinta. Me las apunto. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
    Un abrazo y feliz día.

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